Los pueblos chontal, chatino, zapoteco, ñu saavi, mazateco, chinanteco y zoque, de Oaxaca; y otomís residentes en la ciudad de México, denunciaron «la simulación de asambleas y falsas consultas que buscan legitimar la imposición de proyectos neocoloniales», como las minas, el Corredor Transístmico y el Tren Maya.
Tras una asamblea en Santa María Zapotitlán, los distintos pueblos del Congreso Nacional Indígena (CNI) acusaron que los megaproyectos y el extractivismo «generan despojo, represión, explotación y desprecio, bajo una pretendida lógica de desarrollo y progreso» en sus territorios.
Señalaron que en Oaxaca hay al menos 425 concesiones mineras, que abarcan en su conjunto seis millones 350 mil hectáreas, y de las cuales ninguna fue consultada ni autorizada por los pueblos, por lo que exigieron su cancelación inmediata.