Jaime Bonilla, exgobernador de Baja California, acudió la mañana del lunes ante el Juzgado federal para responder a las acusaciones de corrupción y colusión de servidores públicos que le hace la actual administración, a pesar de saber que no sería imputado por contar con fuero constitucional.
Sin embargo, aprovechó el escenario con gran presencia de medios de comunicación para responsabilizar a la actual gobernadora, Marina del Pilar Ávila Olmeda, de los hechos de violencia e incluso inferir que ella incumplió promesas al narco.