Tras reconocer que en la actual etapa del Tren Maya se han enfrentado muchos obstáculos, el presidente Andrés Manuel López Obrador aseveró que en el último tramo sólo se abrió la brecha, pues no se han concluido los estudios geológicos. Con el soporte técnico aun en elaboración, manifestó que tomó la decisión de que en esta parte “donde haya ríos subterráneos, cenotes, se opte por hacer desvíos o puentes, viaductos, segundos pisos, para que se entienda más”.
Durante su conferencia, admitió que el cambio de trazo –que originalmente se tenía previsto por el derecho de vía de la carretera– obedeció fundamentalmente a que se tomó en cuenta la postura de los hoteleros, aunado a que se consideró que entre más cerca estuviera de la playa habría más cenotes y más zonas bajas. Por esa decisión, “nos demoramos por el cambio de trazo y se nos vino la avalancha” de recursos legales.