A pesar de pruebas documentales y de análisis forenses a los teléfonos que fueron infectados, el presidente Andrés Manuel López Obrador negó que exista espionaje a periodistas o activistas desde la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena); afirmó que sus adversarios buscan equipararlo con los gobiernos anteriores y acusó que sus rivales quieren “un escándalo” para atacar a su administración.
Luego de que se diera a conocer el reportaje elaborado por Animal Político, Proceso, Aristegui Noticias y la organización Red en Defensa de los Derechos Digitales (R3D), que documenta que la Sedena compró en 2019 un software espía a la única empresa autorizada en México para vender el programa Pegasus, el mandatario aseguró que, si se tienen pruebas, deben presentarse ante la Fiscalía General de la República (FGR).