En 2019, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) realizó dos pagos por 60 millones 90 mil pesos por el servicio de “servicio de monitoreo de información remota” a la empresa Comercializadora Antsua, que contaba con la representación exclusiva de la empresa israelí NSO Group para vender el spyware Pegasus a la Sedena.
Una relación de Cuentas Líquidas por Cobrar (CLCs) de la Sedena, extraída de los millones de documentos hackeados a la institución castrense por el colectivo hacktivista Guacamaya, muestra que la Sedena no solo celebró el contrato DN-10 SAIT-1075/P/2019 con la empresa en abril de 2019, sino que pagó por el servicio de monitoreo de información remota que amparaba.