Un poco demacrado y con el cabello cano, pero con energía, es como Israel Vallarta Cisneros se encuentra hoy dentro del penal del Altiplano, desde donde espera la resolución judicial que finalmente le dé la libertad o modifique su medida cautelar tras casi 17 años preso sin tener una sentencia.
“Por muchos años he sido testigo mudo queriendo gritar y decir la verdad. No la verdad de la policía, no la verdad de las víctimas, las que lo sean o las que no lo sean, sino la verdad que existe y no me lo han permitido decir: mi verdad. Yo el secuestrador, el delincuente, esa escoria de la sociedad, como me han manejado allá afuera”, dice Vallarta, en una conversación a la que Animal Político tuvo acceso.