«En vez de monitorear las actividades de las organizaciones de la sociedad civil, los ejércitos y demás autoridades de la región deberían de garantizar un entorno propicio para la defensa de derechos», dijo la directora para las Américas de Amnistía Internacional, Erika Guevara Rosas, tras las filtraciones conseguidas por el colectivo Guacamaya sobre el espionaje por parte de las fuerzas armadas de México y Perú.
«Si los ejércitos de países como México y Perú han monitoreado indebidamente nuestro trabajo, para menoscabar la defensa de las víctimas de violaciones a los derechos humanos, nos alarman aun más los ataques a los que pueden ser sujetas nuestras organizaciones hermanas y las personas defensoras de derechos humanos en toda la región», dijo Guevara Rosas.