En una audiencia, organizaciones civiles mexicanas expresaron ayer ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sus preocupaciones por la “militarización de la seguridad pública del país”; sin embargo, la embajadora Luz Elena Baños, representante de México ante la Organización de Estados Americanos (OEA), no respondió los cuestionamientos y se limitó a leer el mensaje que envió el presidente Andrés Manuel López Obrador.
La embajadora, en representación del Estado mexicano, dijo que ahora no se violan garantías fundamentales y ninguna corporación castrense comete actos de barbarie, como torturas, masacres o ajusticiamientos.