Mediante sobornos a fiscales, policías y autoridades judiciales, el presunto narcotraficante Álvaro Sánchez Sánchez –cuyo feudo está en el Estado de México y Querétaro –se mantiene en libertad en territorio nacional pese a que cuenta con una orden de captura por parte de autoridades de Estados Unidos, en la que se le acusa del delito de conspiración para traficar drogas En aquel territorio se le conoce como Noé Arce Sánchez, según la ficha WI1515730.
Este personaje, de acuerdo con un informe de inteligencia del Estado de México, cuenta con un poderío económico descomunal: ranchos, residencias, ganado de alto registro, vehículos, aeronaves; también dispone de amplios contactos en el continente Latinoamericano y en Estados Unidos, claves en su negocio del tráfico de drogas.