En seis años que lleva como inquilina en el Centro Histórico de la Ciudad de México, Diana ha sido expulsada de donde renta en dos ocasiones, porque los dueños de los edificios han preferido convertirlos en espacios para recibir turistas. En ambas ocasiones, los costos de vivienda se han encarecido a la par de la transformación de los departamentos en alojamientos de Airbnb.
Diana actualmente vive en Bolívar 26, un edificio de arquitectura colonial y grandes portones de madera ubicado en el corazón del Centro Histórico, que cuenta con terrazas con vistas hacia la Torre Latinoamericana. Su departamento, en la planta más alta, tiene acceso privado a una de ellas, lo que considera el motivo por el que ese espacio se ha vuelto tan codiciado.