Los megaproyectos como el Tren Maya y el Corredor Interoceánico, así como los proyectos extractivistas, son «contrarios a la dignificación de la vida de los pueblos» por promover el despojo, la explotación y la destrucción de los territorios y la vida comunitaria, aseguraron comunidades mayas de la Península de Yucatán y pueblos de México y el mundo.
Durante un encuentro de pueblos en resistencia del campo y la ciudad en territorio maya, las comunidades aseguraron que los megaproyectos «articulan estrategias de reordenamiento» de los territorios con el fomento del turismo masivo, la agroindustria, la industria energética, inmobiliarias, megagranjas porcícolas y avícolas y proyectos occidentales de explotación y extractivismo.