El presidente Andrés Manuel López Obrador, reconoció, el 16 de noviembre de 2022, que el “plan B” por el cual optaría caso de no aprobarse la reforma electoral constitucional -que impulsan su Gobierno y el partido Morena-, para modificar las leyes secundarias- que no requieren de las dos terceras partes del aval de los legisladores de cada cámara del Congreso de la Unión- tiene limitaciones.
Durante su conferencia de prensa matutina, el titular del Poder Ejecutivo Federal admitió que su “plan B” sólo podría, sin violar la Constitución, reducir el presupuesto al Instituto Nacional Electoral (INE), evitar la compra del voto y empatar elecciones del presidente de la República con la de legisladores. Sin embargo, no podría modificar la elección de consejeros y magistrados electorales.