Organizaciones y activistas del medio ambiente instalaron un antimonumento contra el Tren Maya en Avenida Reforma de la Ciudad de México para dejar constancia de que «en el nombre del ‘desarrollo’ y el ‘progreso'» se construyó el megaproyecto, «desalojando personas, extinguiendo especies, devastando la selva y amenazando ecosistemas».
«Sólo ustedes, en el futuro, podrán decir si valió la pena», se lee en la placa que organizaciones como Greenpeace México, Cenotes Urbanos y Kanan Derechos Humanos, junto con espeleólogos y activistas, colocaron frente a la Torre del Caballito.