Las organizaciones civiles acusaron que el Protocolo de intervención por caso de abuso sexual de niño, niña, adolescente o persona vulnerable de la Arquidiócesis no es suficiente para atender la problemática, pues no considera –entre otras cosas– la investigación de la cadena de responsabilidad en los hechos, ni la atención a casos de abuso producidos específicamente en las casas de formación religiosa.
La Arquidiócesis Primada de México emitió en 2022 el Protocolo de intervención por caso de abuso sexual de niño, niña, adolescente o persona vulnerable frente a los crecientes escándalos por acusaciones contra sacerdotes, curas y otros miembros de la Iglesia católica, pero organizaciones civiles y activistas denuncian que el libreto no es suficiente para atender la problemática de fondo y en su totalidad.
En un análisis del documento, la organización Spes Viva –que ha acompañado casos de abuso sexual cometidos por miembros del clero– indicó que el protocolo pareciera normalizar el delito al nombrar el crimen como una “parte de la realidad que vive la humanidad”; no indica el procedimiento a seguir cuando el abuso se produce en casas de formación religiosa femenina; ni considera la investigación de una cadena de responsabilidad frente a la comisión de los hechos; entre otras deficiencias.