Los criminales no son infalibles. Ni los de cuello blanco, ni los políticos o gobernantes, muchos menos los narcotraficantes. El 5 de enero de 2023, el gobierno de la República, entregado, en materia de combate a la inseguridad, más a la retórica que a las acciones, demostró que si se quiere, se puede. Que, si hay compromiso, no hay fuerza ilícita que lo detenga, y que el Ejército es capaz de colaborar en la lucha contra el narcotráfico.
Efectivamente, la aprehensión de Ovidio Guzmán López, miembro de la célula de los Menores en el Cártel de Sinaloa o también conocida como la Chapiza o los Chapitos, dio cuenta de un gobierno operando para sacar de circulación a uno de los más buscados, aun cuando lo requiera otro país, en este caso los Estados Unidos cuyo departamento de Estado ofreció 5 millones de dólares por información que llevara a su captura, o incluso considerando que en México Ovidio Guzmán no cuenta con mandamiento judicial en su contra.