Las reuniones donde se pagaba a las autoridades se hacían supuestamente, entre otros sitios, en plena capital mexicana. Al lugar no sólo acudía García Luna, sino también su mano derecha, Luis Cárdenas Palomino, quien junto con otro colaborador de García Luna, Ramón Pequeño, fueron acusados en Estados Unidos de recibir sobornos millonarios del Cártel de Sinaloa.
El primer día propiamente del juicio en una corte de Brooklyn contra Genaro García Luna, el exsecretario de Seguridad Pública en el Gobierno de Felipe Calderón en México (2006-2012) dejó la primera acusación directa contra el exfuncionario, por parte de un líder narco, y varios detalles sobre las supuestas reuniones donde se realizaban los millonarios pagos –y otros regalos– que criminales le entregaban al llamado “súper policía” a cambio de protección, impunidad y otros beneficios.
Protegidos por el anonimato y seguridad adicional, los jurados escucharon el lunes el inicio de un inusual juicio en Estados Unidos a un exfuncionario federal mexicano acusado de aceptar sobornos para ayudar a los narcotraficantes que debería estar combatiendo.