Más opacidad, discrecionalidad y verticalidad en cada vez más actividades del gobierno son el resultado de la decisión de Andrés Manuel López Obrador de ceder espacios de la administración pública a los militares, contra las reiteradas recomendaciones de diferentes instancias de la ONU para evitar la militarización de México, observan expertos internacionales. El mandatario ha expresado su desacuerdo con las recomendaciones de los órganos de la ONU por la escalada de la militarización en el país.
Pero los desencuentros con el Estado mexicano vienen desde los noventa, durante el gobierno de Ernesto Zedillo.