Adán Torales, enviado por “El Mayo” Zambada desde Sinaloa para tomar control criminal de Tijuana, fue detenido por el asesinato, de José Alberto Enríquez Martínez “El Potro”, subjefe de Homicidios en la fiscalía estatal.
“No he visto muertos, a matar, a matar órale, está muy calmado”, era el tipo de frases y órdenes con las que Luis Adán Torales Castillo “El 500” (Se presume inocente mientras no se declare su responsabilidad por la autoridad judicial. Art.13, CNPP) mandaba a la calle a sus sicarios.