En abril de 2021 la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) estaba plenamente satisfecha con el desempeño del Centro Militar de Inteligencia, especialmente en el uso que hacía con sus tecnologías de punta para recolectar información.
Sin embargo, la institución castrense tenía un temor, y lo plasmó como “amenaza” en un documento interno: “Que se evidencie ante la opinión pública las actividades que se realicen en este Centro”.