Una bala perdida producto del enfrentamiento entre dos grupos criminales rivales en Matamoros, Tamaulipas, causó la muerte de una joven, la cual fue noticia aquel fatídico viernes 3 de marzo, pero quedó en el olvido por los acontecimientos subsecuentes. Se trata de Arely Pablo, la mexicana a la que los medios no dieron foco, pero que dejó un gran vacío en aquellos que la amaban.
Y es que sus familiares han mostrado indignación porque ni siquiera su nombre ha sido mencionado, ella fue una víctima colateral del horror vivido en la ciudad fronteriza, salía de trabajar cuando los hechos sucedieron y sin deberla ni temerla fue alcanzada por una bala que le quitó la vida. La mencionaron como una mujer muerta, pero no le dieron la importancia debida.