«Aunque le dieron 70 años y le dieran más, mi hija no va a volver. Pero sí me queda la satisfacción de saber que ese feminicida no va a matar a otra mujer», Irinea Buendía, madre de Mariana Lima Buendia.
El cambio de nueve jueces, más de 20 ministerios públicos, 150 audiencias, más de 30 testigos y 13 años de revictimización y amenazas: a ese sistema se enfrentó la familia de Mariana Lima Buendía -asesinada en junio de 2010 en Chimalhuacán, Estado de México– para alcanzar una sentencia condenatoria de 70 años contra su feminicida, Julio César Hernández Ballinas.
Cuando Mariana Lima fue asesinada su feminicida aseguró que ella se había suicidado. Por años esta postura se mantuvo debido a que Julio César Hernández “manipuló declaraciones y el lugar de los hechos”, aseguró Irinea Buendía. Esto lo hizo el ahora sentenciado desde el lugar de poder que ocupaba entonces como policía judicial en el Estado de México.