El vuelo 690 de la aerolínea Lufthansa tocó tierra en el aeropuerto internacional Ben Gurion, en Tel Aviv, a las 11 de la noche del 10 de julio de 2016. De la aeronave descendieron tres de los más altos mandos del área de inteligencia cibernética del Ejército mexicano.
Al coronel Francisco Javier Villa y a los capitanes Edgar Acosta Ruiz y Marco Alfredo Cruz Miranda los esperaba un chofer enviado por la empresa Elbit Systems, la firma de defensa e inteligencia más grande de Israel, con vínculos estrechos con las agencias de seguridad de ese país.