El día 400 de la desaparición de Edgar Villalva, la Fiscalía del Estado de México se comunicó con Bibiana, su hermana. Uno de los presuntos responsables de su desaparición, el ayudante de un taller mecánico, declaró que a Edgar lo asesinaron, lo metieron en un tambo de metal que luego rellenaron con cemento y arrojaron a una laguna del Río Lerma, en Toluca.
Bibiana dice que las complicaciones para la búsqueda de su hermano se debieron a que los responsables fueron protegidos por quienes llevaron a cabo la investigación. Como si se tratara de un caso que con el tiempo se olvida, en el que la justicia llega sola y la vida comienza de nuevo.