En las comunidades alrededor del Lago de Texcoco se acaban los ahuehuetes. Estos árboles representativos del lugar han sido mutilados, incendiados, secados, y su abandono incluso se refleja en que no fueron contemplados en el proyecto para hacer de la zona un Área Natural Protegida (ANP).
Cerca del centro municipal de San Salvador Atenco, Estado de México, se encuentra el Parque Ejidal El Contador, sitio donde quedan contados ahuehuetes maduros. Según estudios históricos, esos árboles estaban ahí desde el siglo XVI, pero las malas prácticas administrativas en el municipio transformaron el sitio —también conocido como “Los Ahuehuetes”— en un balneario del que también se han perdido piezas arqueológicas.