Cuando empezó a salir humo de un centro de detención de migrantes en Ciudad Juárez, México, la migrante venezolana Viangly Infante Padrón quedó aterrorizada porque sabía que su esposo seguía dentro.
El padre de sus tres hijos había sido detenido ese día por agentes de inmigración, dentro de una reciente operación donde fueron detenidos otros 67 migrantes, muchos de los cuales pedían limosna o lavaban ventanas de autos en semáforos de la ciudad, al otro lado de la frontera con El Paso, Texas.