La Diócesis de San Cristóbal de Las Casas denunció «la descomposición social que va en aumento por la violencia generalizada» en los pueblos de distintos municipios de Chiapas, así como «la fuerte impunidad» que prevalece por parte de las autoridades y «la violencia desbordada por células del crimen.
Además, acusó la inseguridad y «la violencia desbordada por células del crimen», la criminalización de defensores de derechos humanos por parte del sistema político-jurídico, la falta de acceso a la justicia plena, la infiltración de personas en actos de culto y en encuentro de servidores, la fabricación de delitos y «la falta de interés en la reconstrucción del tejido social por parte de las autoridades competentes».