Comenzó el juicio a los presuntos responsables de la muerte de los 40 migrantes centro y sudamericanos que estaban recluidos en la estación migratoria de Ciudad Juárez, donde el fuego y el humo sellaron su destino. Los imputados, cuatro guardias de seguridad y un migrante venezolano (éste, por iniciar la conflagración), tuvieron oportunidad de contar su lado de la historia. Entre omisiones y faltas a la verdad, los acusados trataron de exculparse y reducir todo a la falta de extintores y a una llave presuntamente hallada a destiempo.
Una llave con la que fue cerrada la celda de hombres en la estancia migratoria de Ciudad Juárez, que nadie tenía y que fue encontrada demasiado tarde en un cajón, impidió que los 68 migrantes que allí se encontraban la noche del 27 de marzo lograran salir en medio del incendio que provocó la muerte de 40 de ellos y la intoxicación de 27, varios de los cuales aún están graves.
Así quedó asentado en la audiencia de vinculación a proceso de cinco imputados, tres funcionarios del Instituto Nacional de Migración (INM), un guardia de seguridad y un migrante venezolano, en la causa penal 216/2023, que se realizó el martes 4 en la Sala 1 del Poder Judicial de la Federación en esta frontera.