Muchos de esos menores han tenido que pagar los gastos del viaje o endeudarse con los carteles para llegar a Estados Unidos.
El Gobierno estadounidense negó este martes haber “perdido” a 85,000 menores migrantes no acompañados que llegaron a su frontera desde México, aunque no ofreció cifras de a cuántos les ha seguido la pista tras haber sido entregados a un familiar o tutor legal.
“Me gustaría dejar esto claro: no hemos perdido a nadie”, apuntó la directora de la Oficina de Reasentamiento de Refugiados (ORR), Robin Dunn Marcos, ante el Comité de Vigilancia y Rendición de Cuentas de la Cámara de Representantes estadounidense.