Durante el lunes 24 y martes 25 de abril, los dos primeros días que el secretario de gobernación Adán Augusto López encabezó, a saber por instrucción presidencial, las conferencias matutinas desde Palacio Nacional, la audiencia en redes sociales de ese ejercicio oficial de comunicación disminuyó considerablemente. En distintos momentos, los reunidos virtuales para escuchar la diatriba oficialista no sumaron ni 700 escuchas.
Es claro que a las legiones de lopezobradoristas les interesa el líder y no los colaboradores, y la premisa no es gratuita: el presidente López Obrador construyó un movimiento político que gira exclusivamente en torno a él. Desde el momento en que decidió abandonar el Partido de la Revolución Democrática, y solo, fundar lo que primero fue Movimiento de Regeneración Nacional, y ya como partido se convirtió en Morena. Él, el fundador; él, el líder; él, el dirigente; él, el candidato; él, el presidente.