Luego de absorber las funciones del fracasado y extinto Instituto Nacional de Salud para el Bienestar (Insabi) –otrora organismo estrella del presidente Andrés Manuel López Obrador en materia de salud–, el IMSS-Bienestar realizará sus labores sustentado en una “fuerte precarización laboral” de sus trabajadores de la salud, a quienes les bajó ilegalmente su “salario tabular” y sus “categorías profesionales”, a fin de usarlos como “mano de obra barata” para poder atender a los 66.4 millones de mexicanos sin seguridad social.
Esta arbitraria medida laboral ya empieza a generar airadas protestas de los trabajadores del sector, principalmente del gremio de la enfermería, quienes le exigen al IMSS-Bienestar –entre otras demandas– ajustarse a los salarios y categorías que tienen los empleados de la Secretaría de Salud, quienes están mejor pagados, bajo el argumento de “a trabajo igual, salario igual”, estipulado en el artículo 123 constitucional.