Entre el fin de semana y el inicio de la presente, se cayó el teatro de Morena para favorecer al PRI en Coahuila.
Proclives a la alianza con pequeños partidos, Partido del Trabajo y Partido Verde Ecologista, que les aseguren una mayoría calificada en congresos y aporten, aun cuando minimamente, el triunfo en elecciones municipales, estatales y, en 2018, la presidencial, para la elección de la gubernatura en Coahuila, sorprendentemente, Morena decidió competir sin acompañamiento de otros partidos y con el peor candidato: Armando Guadiana, un ranchero sin filtros, sin materia, sin empatía, pero leal a la causa obradorista.