La reciente detención del mazateco Marcelino Miramón por un delito que “no existe”, sumada a las detenciones de los presos políticos de Eloxochitlán de Flores Magón, Oaxaca, que desde hace ocho años luchan por su libertad, son muestra de cómo el poder Judicial “sirve como instrumento de tortura para someter a una comunidad originaria y desarticularla”, denunció la colectiva Mazatecas por la Libertad.
Cada día que transcurre sin la liberación de los presos políticos de Eloxochitlán, precisó la colectiva, “es un día donde el poder Judicial le sirve al Poder fáctico que desea mantener la prisión arbitraria”, pues en todos los casos se ha demostrado la inocencia de los detenidos y se han interpuesto recursos legales frente a las irregularidades en sus procesos.