A 28 años de la masacre de Aguas Blancas, que dejó 17 campesinos asesinados en Guerrero, persiste la violencia contra las comunidades y la falta de justicia, pues el exgobenador y «principal culpable» de la matanza, Rubén Figueroa Alcocer, sigue impune, denunció la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS).
«El Estado es el primer responsable de la violencia expoliadora contra los pueblos», aseguró la organización, pues los gobiernos, agregó, «aunque se digan “progresistas”, “de izquierda” o de “nuevo régimen”, se han reconvertido en estados para la continuidad del despojo».