Familiares y víctimas de tortura, feminicidio, desaparición y secuestro por parte del ejército mexicano protestaron con un acto de desangramiento frente a la sede de la jefatura de gobierno de la Ciudad de México para exigir justicia en sus casos y respeto a su derecho a la protesta.
Las víctimas llevan dos años y medio de sumar más de diez casos de violaciones a los derechos humanos por parte del ejército mexicano para exigir justicia ante distintas dependencias gubernamentales en la Ciudad de México, «donde han sido reprimidas, golpeadas, robadas, violentadas por parte del gobierno de la ciudad y del gobierno federal», denunciaron en un comunicado.