La población de Bacalar se ha dividido: algunos alertan sobre los daños ecológicos y los impactos urbanos de la obra; otros dicen que la comunidad debe dar la bienvenida al “desarrollo”.
Cuando a principios de julio se enteraron de que el Ejército estaba rellenando el Estero de Chac para construir el tramo 6 del Tren Maya, los habitantes de Bacalar se acordaron de lo que pasó hace unos 25 años, cuando el gobierno de Quintana Roo tapó la desembocadura para construir una carretera y el nivel de la laguna subió por arriba de los muelles.