Baja California vive dos realidades: la que el Gobierno del Estado y ayuntamientos pretenden imponer mediante discursos y redes sociales; y la de la violencia que se vive todos los días. Para lo primero se da todo el impulso, mientras que lo segundo es un grito en la nada por parte de víctimas.
El lunes 7 de julio, el secretario general de Gobierno, Catalino Zavala Márquez, sostuvo una reunión con colectivos conformados por familiares de personas desaparecidas en las instalaciones del Centro Estatal de las Artes de Tijuana. Ahí, intentó hacer su conocida faena de prometer, pero no comprometerse; de hablar, pero decir nada.
La cita no era con todos los colectivos, sólo con un grupo que tiene tomadas las instalaciones de la Comisión Local de Búsqueda de Personas (CLBP) en Tijuana, con la intención de convencerlos para que permitieran el acceso.