Casi el 60% de las 2.5 millones de firmas recabadas por los aspirantes presidenciales del Frente Amplio por México fueron recabadas por promotores o a través de las estructuras partidistas, y apenas el 40% correspondieron a apoyos “orgánicos” de ciudadanos.
En la primera etapa del proceso interno para elegir al próximo candidato presidencial del Frente Amplio por México los contendientes debían recabar 150 mil firmas de ciudadanos, distribuidas en al menos 17 entidades. Los aspirantes podrían lograr dichas simpatías mediante tres esquemas diferentes: de forma directa, por el registro a través de un promotor o a través de los partidos políticos que conforman la alianza.