“Zoé es incansable, por eso el presidente lo pone de ejemplo”; “lo trata casi como hijo”; “A Zoé nadie le hará sombra”, presumía el grupo cercano al director general del IMSS, Zoé Robledo, unos instantes antes de que su virtual postulación se les fuera de las manos por decisión del propio Andrés Manuel López Obrador.
Su caída fue como un balde de agua fría para la clase política chiapaneca, que desde el inicio del lopezobradorato apostó por la llegada de Zoé a la gubernatura de Chiapas en 2024.