La irrupción violenta de grupos del crimen organizado se extiende con velocidad desde los poblados de la región Fronteriza y Sierra Madre a otros municipios del estado, frente a la negación de los gobiernos federal y del estado por reconocer el terror que viven las localidades y mientras activistas, defensores y jerarcas católicos alertan sobre esta expansión y sus efectos.
La irrupción del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en un territorio que antes de 2021 era controlado por el Cártel de Sinaloa (CDS), ha derivado en enfrentamientos que ya dejaron una estela de personas asesinadas, desaparecidas y desplazadas en diversas regiones el estado.