Guatemala está padeciendo atentados, homicidios y decapitaciones perpetrados en la zona fronteriza con México. Se trata, de acuerdo con autoridades de la nación centroamericana, de sicarios que tras sus actos se pasan a territorio mexicano para evitar su captura.
Tras la ola de crímenes en la frontera con México, el asesinato de un mando policiaco en Ayutla, departamento guatemalteco de San Marcos, y la incursión de grupos del crimen organizado, unos mil 500 elementos de la Policía Nacional Civil y del Ejército de la nación centroamericana tomaron el control de esa municipalidad colindante con el Río Suchiate.
La narcoviolencia que se vive del lado mexicano alcanzó ya al territorio de Guatemala.