A dos años del desplazamiento forzado que viven tras la quema de sus viviendas por la defensa de su bosque contra la tala clandestina, afectados de las comunidades de Guerrero Grande, Mier y Terán y Ndoyonoyuji, que pertenecen al municipio mixteco de San Esteban Atatlahuca, marcharon por las calles de Tlaxiaco, Oaxaca, para exigir justicia y esclarecimiento de los hechos.
Son alrededor de cien personas, que conforman unas 20 familias, las que están refugiadas en Tlaxiaco, Oaxaca sin poder regresar a sus casas, porque, aseguran, no hay condiciones.