Municipios de Jalisco que colindan con Michoacán y Guanajuato tienen un déficit de hasta 50% de policías debido a los bajos salarios y a los riesgos que implica trabajar en territorios marcados por las desapariciones, la violencia y los enfrentamientos entre cárteles.
Inmersos en una zona limítrofe con Michoacán y Guanajuato, con el dominio territorial del Cártel Jalisco Nueva Generación al que se enfrentan células de antiguos aliados, municipios de Jalisco enfrentan un grave déficit de policías.
Los alcaldes de tres de estos municipios -Valle de Juárez, Jesús María y San Juan de Los Lagos- admiten tener una carencia de hasta un 50% de los policías requeridos, debido a dos motivos: que los sueldos que ofrecen son bajos y “el peligro” que representa esa actividad.