El pasado 22 de noviembre, el hombre más rico de México, Carlos Slim Helú, pasó las puertas de Palacio Nacional por enésima vez. El presidente Andrés Manuel López Obrador había requerido su presencia para dialogar con el sector empresarial sobre el plan de reconstrucción de Acapulco, devastado por el huracán Otis el pasado 7 de octubre. Era la segunda vez en dos semanas que se reunía con Carlos Slim para hablar de la ciudad portuaria guerrerense, donde el magnate controla el hotel Calinda.
Un mes y medio antes, el 4 de octubre, el magnate se había reunido con López Obrador y los directivos de Grupo Televisa para charlar, durante más de dos horas y media, sobre la inminente llegada de la delegación del gobierno de Estados Unidos que participaría al Diálogo de Alto Nivel sobre Seguridad entre ambos países.