Yaneli Fuentes y Fernanda de Luna Ferral no sólo tuvieron que dejar sus hogares ante las amenazas por su labor periodística, también han lidiado con el aparato gubernamental que, en lugar de ayudarlas a retornar de forma segura, las ha violentado.
El desplazamiento al que fueron obligadas las periodistas Yaneli Fuentes y Fernanda de Luna Ferral no les ha dado seguridad y bienestar. Después de enfrentar situaciones que pusieron en riesgo su integridad física, debieron luchar contra el aparato burocrático del Mecanismo de Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas y aún están a la espera de justicia.
Yaneli, periodista de Guerrero, resume y define lo que es el desplazamiento que desde 2019 ha vivido: “Es una tregua para los agresores; al final no hay justicia”. Mientras que Fernanda, periodista en Veracruz, lo complementa: “Nos despojaron de todo y nos ofrecieron nada”.