En lugar de la comisión creada en 1990, Rosario Piedra propone una defensoría de los derechos del pueblo.
Rosario Piedra Ibarra, presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), pidió la disolución del organismo que dirige bajo el argumento de que es herencia del neoliberalismo y ya no “responde a las necesidades del pueblo”.
Al rendir su informe de actividades ante la Cámara de Diputados, Piedra Ibarra dijo que se mantiene firme en la idea de transformar de raíz a la comisión que fue creada en 1990 por el presidente Carlos Salinas de Gortari como parte de las exigencias del Tratado de Libre Comercio (TLC) firmado México, Estados Unidos y Canadá.