La política económica del presidente López Obrador dejará un margen ajustado de maniobra para el próximo gobierno; analistas advierten que detrás de las señales positivas de la economía está el inminente riesgo de contratar más deuda para soportar programas sociales y megaobras.
A primera vista la fotografía actual de la economía mexicana luce positiva, con una revisión al alza de pronósticos para el Producto Interno Bruto (PIB) al cierre de 2024 en niveles de 3%, mientras el Banco Mundial advierte que, por tercer año consecutivo, la economía mundial se desacelerará.
Sin embargo, en un segundo plano esa imagen también incluye una deuda por casi 15 billones de pesos, la cual tiene el potencial de aumentar, y por primera vez al cierre de 2024 representar 54.1% del PIB, con una política fiscal expansiva; es decir, más gasto que, de acuerdo con Citibanamex, se convertirá en un factor de riesgo adicional para la trayectoria de inflación durante los próximos meses.