Algunos familiares que llegaron a la casa lograron identificar al agente de las Fuerzas del Estado, quien tenía 46 años, así como a sus dos hijos, uno de 18 y un niño de 11 años.
Un agente de las Fuerzas de Seguridad Pública del Estado (FSPE) y sus dos hijos murieron asesinados y quemados en el interior de su casa en Abasolo, cuando hombres armados entraron a dispararles y posteriormente lanzaron un artefacto explosivo que incendió la vivienda, en un ataque directo.
La esposa del agente sobrevivió, pero se encuentra grave por las quemaduras sufridas.