El maestro Felipe de la Cruz tiene el don de la palabra. Sus discursos incendian a la multitud. Criado en el puerto de Acapulco, es egresado de Ayotzinapa. Es un líder natural. Tiene marcado en la piel el sello del normalismo rural.
Su buena fortuna es incontestable. El 26 de septiembre de 2014, su hijo Ángel Neri de la Cruz iba a bordo de uno de los camiones Estrella de Oro que los estudiantes tomaron en Iguala. Tuvo la suerte de sobrevivir a la masacre y desaparición forzada de sus compañeros de escuela.