Era un secreto a voces: en el Instituto Nacional de Migración de Tijuana hay corrupción, transan con migrantes. En el momento más vulnerable de las personas que atraviesan por un éxodo, que han abandonado sus países o ciudades por falta de oportunidades económicas, catástrofes o inseguridad, los migrantes son extorsionados, sobornados o tomados como ilícitos clientes de irregulares procesos para darles una estancia legal.
Desde su llegada al Aeropuerto Internacional de Tijuana, o existe un corrupto pacto para no ser molestados y concederles el constitucional libre tránsito, o en ese momento son extorsionados: a cambio de una cantidad de dinero se les puede otorgar una visa de turista, y de no aceptar o tener suficiente dinero, como suele suceder, son trasladados a la estancia migratoria, donde otro viacrucis les espera.