Este negocio presuntamente obligaba a comerciantes minoristas a comprarles pollo y a pagar una cuota de 48 pesos por kilo a cambio de no hacerles daño.
Por presunta extorsión, la FGJ del Estado de México aseguró dos locales de venta de pollo, donde fueron secuestrados cuatro empleados en diciembre pasado.
De acuerdo con las autoridades, los operadores de los inmuebles obligaban a comerciantes minoristas a comprarles pollo y pagar una cuota de 48 pesos por kilo a cambio de no hacerles daño.